Dentro de las practicas alimenticias existe la palabra “DIETA”, que tiene una etiqueta muy marcada hacia el concepto “DEJAR DE COMER”. Cuando nuestro cerebro escucha eso, nos informa: “Oye, ¿vas a dejar de comer?” y ¡empieza la negación! No, no, no… Aquí es donde el cuerpo produce una hormona (Grelina) que provoca hambre excesiva, pero si se mira lo que hay más allá, lo que realmente significa tenerle un valor significativo a la palabra “DIETA”, y dejamos los mitos atrás, nuestro cerebro recepciona mejor la información y nos permite actuar.
Dieta significa: ¿Qué alimentos debemos consumir?, ¿cuál sería la hora más adecuada según la actividad que realizamos? y ¿las cantidades? Si consumimos los nutrientes adecuados, la energía, vitalidad y satisfacción adquiridas calmarán nuestras necesidades mentales.
En la actualidad, estas preguntas son recurrentes a la hora de comer, pero quién nos indica cómo hacerlo… La Universidad de Salamanca concluyó en sus estudios que seguir una alimentación consciente es la solución, de acuerdo con los hábitos de vida de cada persona.
Dentro de la recomendación para evitar el sobrepeso, obesidad, hipertensión, colesterol, diabetes, problemas cardiacos, se sugiere hacer ayunos entre 10 y 12 horas (incluye el tiempo del sueño), lo que significa postergar un par de horas el desayuno, este debe contener en su alimento principal proteínas y se recomienda una taza de Café, el almuerzo con 200 a 300gr de proteína, verduras en ensaladas y aceite de oliva con un (1) carbohidrato (calorías); y entre 5 y 6 de la tarde, con verduras y frutos secos como alimento principal.
Ahora bien, si tenemos en cuenta las siguientes recomendaciones, nuestro cuerpo y mente se sentirán mucho mejor después de mejorar los hábitos alimenticios.
Si lo analizamos, no es difícil, se trata solamente de tener el deseo firme y un corazón dispuesto a ser generoso con nosotros mismos. De esta forma, conoceremos el poder que tiene nuestro cuerpo para hacer cosas que nunca pensamos. ¡Anímate!