En la actualidad, en la era digital que vivimos, es indispensable el uso diario de pantallas, bien sea en nuestro trabajo, estudio o cualquier actividad que desarrollemos.
Sin embargo, el uso de estas pantallas están representando una serie de problemas en la salud física y mental de las personas, desde fatiga ocular, problemas de sueño e incluso trastornos musculoesqueléticos.
Por lo anterior, es importante gestionar nuestros tiempos para que, el uso de pantallas, no se convierta en un problema en nuestras vidas, sino que por el contrario nos ayuden con las responsabilidades de cada día e incluso con nuestro tiempo de ocio y entretenimiento.
También conocido como síndrome de visión por computadora, el pasar mucho tiempo frente a una computadora, celular, tablet o televisor puede provocar incomodidad ocular, visión borrosa, ojos secos e incluso dolor de cabeza.
Este padecimiento está más relacionado a las malas posturas que tomamos al momento de estar frente a una pantalla, principalmente frente a un computador, provocando dolor en el cuello, hombros, espalda e incluso muñecas. En algunos casos, estar por periodos prolongados frente a un computador, digitando, puede llegar a producir tunel del carpo.
La luz azul que emiten las pantallas reduce la producción de melatonina, conocida por ser la hormona del sueño, impidiendo de esta manera que nuestro cuerpo se relaje, descanse y tenga un sueño reparador.
La sobrecarga de información, el poco tiempo para interactuar de manera presencial con las demás personas y la falta de un sueño reparador puede contribuir a padecer problemas de ansiedad y estrés crónico.
La recomendación de los expertos para prevenir el síndrome de la visión por computadora es aplicar la regla 20 – 20 – 20 que consiste en que cada 20 minutos mires algo que esté a 20 pies de distancia, por un tiempo de 20 segundos. Esto le permitirá darle un descanso a tu vista, a los músculos oculares y reducir esa fatiga.
Es importante que aprendas a tener pausas activas, a desconectarse no solo de la pantallas, sino también de las responsabilidades que tienes en tu día a día, tomar aire, meditar, respirar profundo y escuchar tu cuerpo. Salir a caminar, compartir con las personas que están en tu entorno, esto te permitirá reducir la tensión muscular y mejorar la circulación sanguínea. Además de reducir los dolores en cuello, hombros y espalda por malas posturas. Hacer ejercicio periódicamente también es una excelente opción.
Evita la fatiga de tu vista aumentando el tamaño del texto en tus dispositivos móviles, reduciendo su brillo, usando modos nocturnos o filtros de luz azul, especialmente para horas de la noche. Asegurate además que las pantallas estén a una distancia adecuada de tus ojos, que debe ser como mínimo entre 50 y 70 centímetros y que el ángulo de visualización este ligeramente por debajo del nivel de tus ojos.
Para reducir la fatiga ocular, asegúrate de ajustar la configuración de tus dispositivos. Aumenta el tamaño del texto para no forzar la vista, ajusta el brillo de la pantalla para que no sea demasiado intenso y utiliza modos nocturnos o filtros de luz azul, que ayudan a reducir la exposición a la luz azul, especialmente por la noche. Además, asegúrate de que tu pantalla esté a una distancia adecuada de tus ojos, entre 50 y 70 centímetros, y que el ángulo de visualización esté ligeramente por debajo del nivel de los ojos.
El uso de pantallas antes de dormir puede alterar nuestro sueño debido a la luz azul que emiten estos dispositivos. Como mínimo, una hora antes de irte a dormir, desconéctate de todo tipo de pantallas y en lugar de estar pegado a tu celular, lee un libro, medita o realiza actividades que te permitan relajarte del estrés del día a día.
En conclusión, la tecnología llegó para facilitarnos nuestras responsabilidades del día a día, pero esto no puede terminar afectando nuestra salud física y mental. Por eso, establece límites: espacios y tiempos para estar frente a una pantalla y para dedicarte tiempo a ti mismo.