La diabetes es una de las enfermedades que, en un comienzo, suele ser silenciosa. Sin embargo, una vez detectada, el estilo de vida de quien lo padece cambia por completo.
Según la OMS, en la actualidad, millones de personas padecen esta enfermedad crónica, convirtiéndose en un problema de salud pública. Por esta razón, identificar los primeros signos, puede marcar una gran diferencia en el estilo de vida de las personas que lo padecen.
Es un trastorno metabólico que se da cuando el cuerpo humano no produce suficiente insulina para su funcionamiento diario. La insulina es la hormona que permite que el azúcar que consumimos a diario sea procesada para ingresar a las células y convertirla en energía. Si este proceso falla, los niveles de azúcar en cada persona aumenta y puede causar graves consecuencias en los órganos.
Existen tres tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1: Suele manifestarse normalmente en la infancia o adolescencia. Este tipo de diabetes es autoinmune.
Diabetes tipo 2: Está más asociada al estilo de vida de los adultos, sobre todo por su alimentación y sedentarismo.
Diabetes gestacional: Se desarrolla durante el embarazo y normalmente suele desaparecer durante el parto. Sin embargo, es necesario estar vigilante para que esta diabetes gestacional no se convierta en diabetes tipo 2.
Son al menos siete los principales signos que te pueden alertar si tu cuerpo está presentando diabetes.
La polidipsia es tener sed excesiva. Se da por el aumento de azúcar en la sangre. Según explicación médica, los altos niveles de azúcar hacen que los riñones trabajen más de lo normal para tratar de filtrar el exceso de glucosa. Esto provoca deshidratación y como consecuencia mayor necesidad de beber líquidos.
La poliuria consiste en orinar frecuentemente, sobre todo en horas de la noche. Es un mecanismo del cuerpo para tratar de expulsar el exceso de glucosa en el cuerpo y lo hace a través de la orina.
Sentirse cansado todo el tiempo es un signo de tener altos niveles de glucosa en tu cuerpo. El no tener un buen funcionamiento en el proceso de azúcar, impide que las células puedan producir energía suficiente para tu día a día. Por esta razón, así duermas lo suficiente, siempre vas a tener la sensación de cansancio o fatiga y esto es otro signo de alarma.
La polifagia es tener la sensación de hambre todo el tiempo y esto va acompañada de perdida o ganancia de peso de manera repentina. El no convertir el azúcar de los alimentos en glucosa, hace que no tengas la suficiente energía que necesita tu cuerpo y como una reacción del mismo está la polifagia.
El exceso de glucosa afecta los vasos sanguíneos de los ojos y esto puede provocar una visión borrosa. Este es uno de los síntomas que más rápido deben ser tratados porque puede afectar de manera definitiva la visión.
La mala circulación provoca que las heridas que tengas, así sean pequeñas, tarden en sanar. Los altos niveles de glucosa pueden afectar el sistema inmunológico y dificultar la recuperación de los tejidos.
La neuropatía diabética o el daño a los nervios puede provocar la sensación de hormigueo en las extremidades. Esto también se manifiesta en entumecimiento de manos y pies.
Adicional a estos signos, ten en cuenta los factores de riesgo como antecedentes familiares, sobrepeso u obesidad, el sedentarismo, la presión arterial o colesterol elevado y en las mujeres con ovario poliquístico o diabetes gestacional, son las principales personas que pueden presentar diabetes.
