

Producir más en menos tiempo es el ideal de todos. Tanto en la escuela, como en el trabajo e incluso en el hogar. Esa constante presión de la sociedad, hace que, en muchas ocasiones, nos sintamos abrumados durante la semana, tratando de lograr cada compromiso adquirido.
En primer lugar debes tener presente que, nunca debes «competir» con otra persona por quién hace más cosas y quién no. Tu eres tu propia competencia y cada días debes trabajar para superarte a ti mismo.
Adicional a ello, debes aprender a organizar tu tiempo, tus días, planificar de manera estratégica cada actividad que debes realizar, esto con el fin de priorizar lo que realmente es importante y que influye en tu desarrollo diario.
La recomendación siempre será, organizar toda tu semana, saber cuáles son los compromisos que tienen y de esta manera hacer cada acción bajo un propósito.

En primer lugar, debes tener una visión general de los objetivos de cada semana. ¿Cuáles son los realmente prioritarios? ¿Cuáles son los compromisos que están fijos y no se pueden mover? ¿Qué actividades son opcionales?
A partir de esto, comienza a organizar, día a día, cada actividad a realizar, enfocándote en lo realmente importante para tu y tus propósitos.
Ten presente que, en muchas oportunidades, no vas a poder lograr todo lo que te propones, por falta de tiempo. Por eso, es importante que elijas tres prioridades para tu semana, bien sea personales o profesionales y que estén alineadas a tus metas a mediano y largo plazo.
Una vez identificadas y elegidas, organiza el resto de semana en torno a ellas, así evitarás dispersarte y al finalizar tu semana tendrás la satisfacción de haber cumplido con lo que realmente es importante.

Si tu día a día experimentas sensación de caos, aprende la técnica del time blocking. Esta consiste en reservar bloques de tiempo, en tu calendario, para tareas específicas. Por ejemplo, el lunes de 8:00 a 10:00 trabajaré en mi proyecto de grado. Todos los martes de 10:00 a 11:00 responderé todos los correos. Todos los días de 5:00 a 6:00 realizaré mi rutina de ejercicio.
Respetando esta técnica, evitarás mezclar tareas y lograrás mejores resultados en cada actividad.
Sí, aprende a dejar espacios en blanco en tu agenda de la semana. Esto es tan importante como agendar tus tareas día a día. ¿Por qué? Porque estos pequeños espacios entre actividades te permitirán descansar e incluso resolver imprevistos.
Si la idea es no tener una semana abrumada, al tener una agenda cargada de responsabilidades, podrás comenzar a sentir frustración cuando veas que no logras con cada una de ellas.

Aprende a marcar límites para el inicio y el final de tus obligaciones durante el día. Si en tu agenda está que comienzas a trabajar a las 8:00 de la mañana, debes ser muy estricto en ese inicio. Si en tu agenda está que tu día laboral finaliza a las 5:00 de la tarde, también debes ser muy estricto en esto. Así evitarás tener sobre carga y tendrás espacios en tu día a día que te permitirán descansar de tantas responsabilidades, despejar la mente e incluso idear cómo hacer las actividades del próximo día.
Descansar también hace parte de tus obligaciones. Tanto tu cuerpo como tu mente lo necesitan. Estos descansos te brindarán mayor energía y a su vez, te permitirá ser más productivo.