Aprende a poner límites para proteger tu energía

Mujer feliz

La modernidad nos ha llevado a vivir en un mundo, donde la falta de límites personales se ha convertido en una de las principales causas de agotamientos físico y mental.

¿No te pasa que en tu trabajo o compromisos te piden estar siempre disponible? Esa practica no es sana, porque al final, terminarás por asimilar que no estas viviendo tu propia vida, a tu manera, sino que estás viviendo tu vida, a como los demás quieren que la vivas.

Por eso la importancia de aprender a poner límites. No se trata de egoísmo, por el contrario, es un acto de autocuidado y respeto hacia ti mismo.

Debe aprender a reconocer tus necesidades, tus valores y capacidades, pero sobre todo, aprender a comunicarle a los demás hasta dónde pueden llegar. Definir qué aceptas y qué no en tus relaciones personales, profesionales e incluso contigo mismo.

Aprende a poner límites para proteger tu energía

Un ejemplo muy claro es no responder ni correos, ni mensajes y menos llamadas laborales en tu horario de descanso, hacerlo solo en horario laboral. Incluso pedirle a alguien que se dirija a ti en un tono de voz adecuado y sin insultos. Estos pequeños y sencillos actos, te permitirán gestionar tu energía diaria y trazar tu respeto hacia ti mismo.

Te en cuenta que la energía no es infinita y que así como cuidas tu dinero, también debes aprender a cuidar tu energía. Quizá en ocasiones no eres consciente pero, cada interacción, cada compromiso o cada responsabilidad, requiere de ti atención y recursos internos que terminan agotándote y con la sensación que vives para los demás y no para ti mismo.

Debes aprender a identificar y dejar que entre a tu vida aquello que te nutre, pero más importante aún, debes reducir y desechar aquello que te desgasta.

¿Cuáles son los efectos de no poner límites?

Si no estableces límites claros, comenzarás a vivir un día a día de estrés constante, de agotamiento físico y mental, basado en el cansancio crónico. El resentimiento puede llegar a tu vida, causado por el enojo hacia quienes demandan demasiado de ti e incluso puedes comenzar a experimentar pérdida de identidad.

Con el tiempo, puedes comenzar a experimentar ansiedad, depresión, conflictos interpersonales e incluso problema de salud física.

Si eres claro en establecer límites y respetarlos tu mismo, comenzarás a experimentar mayor claridad mental, tus niveles de estrés se reducirán al máximo y comenzarás a tener relaciones más sanas.

Además, la autoconfianza llegará a ti, fortaleciendo a su vez la autoestima y notarás que siempre tienes energía disponible para asumir nuevos retos, pero ten cuidados, no abuses de ellos.

¿Cómo empezar a poner límites?

Puede que al principio sea algo incómodo, sobre todo si eres de esas personas que priorizan lo que los demás quieren, aún por encima de ti mismo. Pero poco a poco aprenderás a transformar la manera en la que vives y a entender cada vez más que tu eres lo más importante.

En primer lugar debes aprender a reconocer tus necesidades. Pregúntate a ti mismo ¿Qué situaciones te desgastan más? ¿Qué necesitas para sentir paz?

Es importante que comiences a dar pasos poco a poco, colocando límites sencillos, como por ejemplo, no responder temas laborales fuera de tu horario. Aprende a tomar descansos sin culpa. Está bien que, periódicamente te dediques a «hacer nada».

NO

Quizá unas de las cosas que más te cueste es aprender a decir NO, pero ten presente que esta palabra y decisión no te convierte en una persona mala, sino que te convierte en alguien que es consciente de sus prioridades. Cada vez que dices SÍ a algo que no deseas, te estás diciendo NO a ti mismo.

Comunica con claridad y respeto. No necesitas justificaciones extensas, con un simple «Gracias por pensar en mí, pero en este momento NO puedo» es más que suficiente. La firmeza y clama al momento de expresar tu decisión es la clave para que los demás entiendan que tu estás por encima de cualquier eventualidad.

Una vez ya tengas el ritmo de poner límites a aquello que te drena tu energía, debes ser constante. Si hoy dices NO pero mañana cedes, no estás dejando en claro tu mensaje de respeto hacia ti.

Y recuerda siempre, trabajar priorizándote a ti mismo no debe ser un acto que te haga sentir culpa. Cuidarte no significa descuidar a los demás, por el contrario, al cuidar tu energía podrás estás para ellos de una manera más auténtica y equilibrada.

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