El estado de nuestro cabello influye en gran medida en nuestra autoestima. Es normal que al día, perdamos entre 50 y 100 cabellos. Pero, cuando la cantidad aumenta, se comienza a ver el deterioro de nuestra melena.
Sin embargo, eso no quiere decir que no exista maneras efectivas para prevenir la caída del cabello y estimular el crecimiento de nuevo cabello, sano y brillante.
Lo primero que debes hacer es comprender el problema desde la raíz. Es decir, identificar qué está causando la perdida de tu cabello. Existen múltiples causas, como la genética, donde influyen los antecedentes de nuestros familiares; los cambios hormonales, normales durante el embarazo, el postparto, la menopausia e incluso trastornos como la tiroides; estrés físico o emocionales, por algún evento en particular que estés viviendo; deficiencia nutricional, principalmente bajos niveles de hierro, zinc y biotina; tratamientos agresivos, como los tintes, los alisados, el uso excesivo de planchas o secadores y enfermedades autoinmunes o infecciones en el cuero cabelludo.
Una vez identificada la causa de la caída excesiva de tu cabello, es momento de actuar.
Una dieta balanceada no solo se reflejará en un cabello hermoso, sino también en tu piel y uñas. Debes tener presente que tu dieta debe ser rica en hierro, zinc, proteínas, vitaminas D y B y ácidos grasos como el omega 3.
Si vas a tomar algún suplemento, debes hacerlo bajo supervisión médica.
Es importante que evites los peinados tirantes como las trenzas muy ajustadas. Lava tu cabello con productos suaves, libres de sulfatos y parabenos. Masajea tu cuero cabelludo durante cada lavado, de esta manera estimularás la circulación sanguínea y con ella el nacimiento de nuevo cabello. Seca tu cabello con suavidad, no lo tires con fuerza y evita el calor. Aprende a limitar el uso de planchas y secadores con temperaturas muy altas.
Ten presente que no es necesario que laves tu cabello todos los días. Con dos o tres veces por semana es suficiente.
Tanto por tu salud física, como por tu salud mental, es importante que aprendas a tener límites y tenerte a ti mismo como prioridad. Por eso, nunca olvides o dejes de lado practicar actividades relajantes como yoga, meditación o caminatas al aire libre. Duerme al menos siete horas al día. Evita el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Si tu estrés es crónico, no dudes en buscar profesionales de la salud que te ayuden a controlarlo.
Si aún después de cambiar tu estilo de vida, el problema persiste, no dudes en acudir con tu médico de confianza. Posiblemente es momento de realizarte análisis de sangre e incluso dermatoscopias para determinar la causa exacta y recetar el tratamiento específico que puede ir desde terapias hormonales, mesoterapia capilar o incluso microneedling con factores de crecimiento.
Más allá de algo estético, el estado de nuestro cabello, piel y uñas, refleja cómo está nuestro cuerpo, las deficiencias y las causas de su mal estado. Por eso, aprende a escuchar tu cuerpo, a llevar una vida equilibrada, en tu alimentación, entre tu tiempo de trabajo, escuela, familia y tiempo para ti. Aprende a consentirte, a valorarte y a velar por tu salud.
