Con el ritmo tan acelerado de la actualidad, debemos aprender a tener un espacio armonioso para nuestro descanso, que nos permita tener calidad del sueño.
Recuerda que nuestro cuerpo necesita descansar, como mínimo, siete horas al día, esto le permitirá repararse de las obligaciones asumidas durante el día. Además, descansar las horas suficientes y en un espacio acogedor, te permitirá reducir tus niveles de estrés, evitar la ansiedad y la fatiga.
Por esta razón, a continuación te daremos algunos tips para que aprendas a armonizar el espacio donde descansas todos los días:
En primer lugar, debes elegir el mejor espacio de tu hogar para descansar. Debe ser un área alejada de ruidos molestos y distracciones, alejado de tu espacio de trabajo, de la televisión e incluso del teléfono celular o pantallas que puedan interferir en tu proceso de relajación para descansar. Crea de tu dormitorio un espacio acogedor y tranquilo, que te produzca paz.
Dormir en un buen colchón y con buenas almohadas no es un lujo, es una necesidad que permitirá tener un sueño de calidad. Estos dos elementos te garantizarán que mantengas una postura adecuada durante la noche, tanto de tu columna, donde de tu cuello y cabeza.
Es importante además que, si tienes problemas de espalda, consultes con tu especialista de confianza, para que te ayude a elegir el colchón que más se adapten a tus necesidades.
La iluminación en tu habitación es crucial para lograr un sueño de calidad. Un espacio con demasiada exposición de luz brillante o agresiva impedirá que tu cuerpo se relaje y pueda reponerse mientras duerme.
La recomendación de todos los especialistas del sueño, es que tu dormitorio cuente con una luz tenue y cálida, pues esto favorecerá a crear un ambiente relajante. Recomiendan además contar con opciones de luz suave, que se puedan ajustar, de acuerdo a la necesidad de cada momento.
Es importante que evites la luz azul de los dispositivos electrónicos como teléfonos, computadoras, televisores o tabletas antes de dormir, pues esta luz interviene con la producción de melatonina, que es la hormona del sueño.
La recomendación es, una hora antes de dormir, no tener exposición a pantallas y aprovechar este momento para leer un libro o escuchar música relajante.
Es importante que el espacio donde duermes, durante el día sea ventilado con aire fresco. Una habitación con poca ventilación acumula humedad y malos olores y esto dificulta la relajación y puede resultar perjudicial para tu salud.
Si vives en un lugar donde no es posible abrir las ventanas de tu dormitorio durante el día, asegúrate de usar purificador del aire, para garantizar un espacio fresco.
El aire fresco mejora la oxigenación y favorece la relajación.
El orden y la limpieza son esenciales para evitar el estrés y la ansiedad. Y es que nada más relajante que llegar a tu lugar de descanso y encontrar todo en su lugar, un espacio ordenado y acogedor que te produzca tranquilidad. Por eso es importante que dediques unos minutos de tu día a organizar tu dormitorio, tu ropa y limpiar las superficies.
Percibir todo ordenado produce un efecto psicológico positivo que favorece en lograr un sueño reparador.
El ruido es el peor enemigo para lograr un buen descanso, por eso, si vives en una zona ruidosa, es posible que logres descansar y tu cuerpo logre reponerse mientras duerme.
Si no logras aislar el ruido, usa alfombras, cortinas gruesa o paneles acústicos, elementos que te pueden ayudar a amortiguar las ondas de sonido que entran a tu habitación.
Si el ruido es tan extremo en tu habitación, usa tapones para los oídos que pueda ayudarte a bloquear los ruidos externos.
Finalmente, aprende a crear rutinas de descanso, esto le permitirá a tu cuerpo identificar rápidamente que es hora de desconectarse del mundo exterior para dormir.