

Caminar, en oportunidades, pareciera que es un acto poco productivo para nuestro cuerpo, pero no es así. Detrás de este ejercicio, donde tan solo necesitas unos zapatos cómodos y moverte, se esconde uno de los más grandes beneficios que pueda tener el ser humano.
Y sí, el ser humano está diseñado para caminar. Nuestros antepasados recorrían distancias inmensas, todos los días, en búsqueda de alimentos, de refugios o de nuevas tierras. Ese desplazamiento constante les permitió moldear su cuerpo, optimizándolo para el movimiento.
Sin embargo, la cotidianidad que vivimos actualmente, nos está obligando a tener una vida sedentaria, donde tener tiempo para salir a caminar o hacer ejercicio, es casi un privilegio.
Más allá de las ocupaciones o responsabilidades que tengas durante todo el día, es importante que recuerdes que tu cuerpo es tu templo, el cual debes cuidar, alimentar muy bien y ejercitar.
Al caminar, no solo lo ejercitas físicamente, también lo haces mentalmente. Es una terapia que te permite desconectarte de la cotidianidad, conectarte con la naturaleza, soltar el estrés que te esté agobiando y recargarte física y mentalmente.
Aunque te parezca algo mínimo, caminar tan solo 30 minutos todos los días, te ayuda a reducir los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y hasta algunos tipos de cáncer. Además, fortalecerás tus huesos, articulaciones, músculos, se mejorará tu digestión y hasta se regulará tu presión arterial.
Es conclusión, caminar es una medicina gratuita, que no tiene efectos secundarios, ni contraindicaciones y está al alcance de todos.

Caminar genera un poder terapéutico sobre tu mente. Cada vez que toda la decisión de hacer este sencillo ejercicio, tu cerebro recibe más oxígeno, se estimula la liberación de endorfinas y serotonina – las hormonas de la felicidad – y se reducen los niveles de cortisol, también conocido como la hormona del estrés.
Además, cada vez que caminas, logras meditar de una manera más natural, más activa. Cada paso que dar te permite escuchar tu entorno, respirar aire puro y fresco y hasta observar el movimiento de la naturaleza.
Cada vez que caminas, lograr liberar emociones que tendrás dentro de ti, ordenar tus pensamientos y tener mayor claridad mental. Incluso, se ha logrado demostrar, que las caminatas son una fuente de inspiración y creatividad de muchas personas.
Caminar es un hábito que no requiere grandes cambios, tan solo decisión y constancia. Sin embargo, a continuación, te daremos algunos tips para que logres adquirir este nuevo hábito en tu vida.

Camina por tu cuerpo y mente, recuérdalo siempre. Y la próxima vez que te sientas agobiado, ten presente que dar unos cuantos pasos puede ser la mejor medicina.