El cuidado de la piel es sin duda uno de las rutinas más importantes en el día a día de cada persona. Sin embargo, esta rutina cambia si te encuentras en la playa.
Recuerda que la exposición directa a los rayos UV puede producir graves daños a tu piel, que van desde irritación, manchas, envejecimiento prematuro e incluso cáncer de piel. Por esta razón es importante que siempre cuides tu piel y tengas una rutina completa si te encuentras en la playa, disfrutando de tus vacaciones.
Si vas a estar en la playa, exponiéndote a largas horas en el sol, usa un bloqueador solar con un FPS 50 o más. Aplícatelo 30 minutos antes de la exposición solar, esto con el fin que la piel pueda absorber el producto y lo proteja mejor. Cada dos horas o después de secarte con una toalla, vuelve a aplicar el protector solar en tu piel. Además, no olvides zonas como labios, manos, cuello, orejas y pies.
Recuerda aplicar un bálsamo labial con protección solar y volver a aplicarlo después de comer, beber o nadar.
La hidratación es fundamental cuando estás en la playa, así evitarás descompensarte. Hidratar tu piel es importante en esa rutina después de estar disfrutando de un día de sol. La recomendación es que durante todo el día tomes suficiente agua para hidratar todo tu cuerpo y una vez dejes la playa o la piscina, tomes un baño para retirarte los exceso del protector solar y apliques crema o gel hidratante para evitar irritaciones en tu piel.
El sombrero de ala ancha que cubra tu cara, ojeras y cuello, así como los lentes de sol, no son solamente accesorios de moda, son necesarios para cubrir las zonas más sensibles de tu piel. Además, si tu plan es en un clima cálido pero no vas a estar en playa o piscina, puedes optar por ropa de tela ligera y de colores claros, preferiblemente con protección UV incorporada.
Evita exponerte de manera prolongada durante las horas de mayor radiación, que son de 10:00 A.M. a 4:00 P.M. Organiza planes fuera de ese horario, pero si no lo logras, busca estar debajo de una sombrilla o no estar por mucho tiempo recibiendo sol directamente.
El uso de protector solar y la arena de la playa puede obstruir tus poros, por eso la recomendación es usar una crema exfoliante suave durante el baño que tomes después de disfrutar de la playa, así eliminaras los excesos de producto. Recuerda hidratar muy bien tu piel después de ese baño. Además, una vez terminen tus vacaciones, realízate una exfoliación profunda.
La salinidad del agua de mar puede producir deshidratación en tu piel e irritación. Por esa razón, una vez termines tu día de playa, toma una ducha para eliminar esos residuos que puedan estar en tu piel.
A pesar de cuidar muy bien tu piel, es posible que resultes con algunas quemaduras de sol. Por eso, una vez notes los síntomas, aplícate comprensas frías en el área afectada para evitar la inflamación. Usa productos a base de aloe vera y preferiblemente sin fragancias y evita volver a exponerte al sol hasta tanto esa quemadura no sane completamente.
Ir a la playa no debe significar un dolor de cabeza por los efectos secundarios. Tan solo, cuídate y ten en cuenta siempre las consecuencias que puede traer la exposición excesiva al sol.