¿Cómo el blazer se convirtió en un ícono de la moda?

Blazer

El blazer es una de las prendas infaltables en tu guardarropa, gracias a su versatilidad, elegancia y atemporalidad, que le permite adaptarse a cualquier tipo de look, desde la oficina hasta un estilo más relajado.

Este ícono de la moda que hoy se relaciona a sofisticación y poder, nació en contextos muy distintos a los que conocemos actualmente y evolucionó junto a los cambios sociales y culturales que ha tenido la sociedad durante los últimos dos siglos.

¿Dónde nació el blazer?

Son muchas las teorías que se conocen frente al origen de la prenda de vestir. Sin embargo, aquella que tiene más fuerza es que su origen se dio en el mundo aval. Cuentan los historiadores de moda que para el año 1837 la reina Victoria de Inglaterra visitó el buque HMS Blazer y que para impresionar a la monarca, el capitán le ordenó a todos sus marineros que llevarán chaquetas de color azul cruzadas, adornadas con botones dorados. Estas chaquetas fueron conocidas más tarde como blazer.

Aunque se considera que antes de este encuentro ya se habían presentado varias de estas prendas, la visita de la monarca de Inglaterra fue un punto clave para la adopción y la popularización del nombre.

¿Cómo el blazer se convirtió en un ícono de la moda?

¿Cómo eran los primeros blazer?

Los primeros blazer eran más estructurados, más formales que la ropa que llevaban tradicionalmente los marineros. Se dice que fueron confeccionados con tejidos resistentes y pensados para transmitir autoridad. Poco tiempo más tarde se convirtió en una prenda que transmite disciplina y prestigio.

El paso del blazer por otros escenarios

Para finales del siglo XIX, el blazer llegó al mundo deportivo. Los clubes de remo de Cambridge y Oxford incorporaron el uso de chaquetas de colores vivos, como el rojo, el verde y el amarillo, para distinguirse en sus competencias.

Para esta época, la prenda confeccionada era más ligera, brillante y muy llamativa, en un contraste radical con las versiones navales. De ahí es donde se relaciona a esta prenda con un sentido literal de «brillar», por los intensos colores de estas chaquetas llamativas.

Poco a poco, el blazer comenzó a tomar su propia identidad, transmitiendo disciplina, camaradería e incluso estatus social. Era un puente entre el estilo de vida de las clases altas de Inglaterra y los deportes de élite, como el tenis, el críquet o el remo.

¿Cómo el blazer se convirtió en un ícono de la moda?

¿Cómo se consolidó el blazer como una prenda para ambos géneros?

Se debe tener en cuenta que para el siglo XX, el blazer era una prenda netamente masculina. Sin embargo, para esa época ya los hombres comenzaron a usar el blazer como una prenda de vestir elegante, pero relajada. Era ideal para reuniones diarias, encuentros sociales o incluso actividades recreativas.

Para la década de 1920, esta prenda comenzó a cruzar la frontera del género y poco a poco se incorporó en el vestuario de las mujeres. Fue Coco Chanel quien presentó una colección inspirada en la sastrería masculina, entre ellas, el blazer. Chanel reinterpretó la estructura rígida y tradicional que tenía el blazer, con un diseño más cómodo y moderno, sin renunciar a la elegancia.

Ya para los años 80, el blazer era un símbolo de empoderamiento femenino, gracias al estilo power suit, que marcaba los hombros y brindaban autoridad.

El blazer en la actualidad

Actualmente el blazer ha atravesado innumerables transformaciones: oversized, entallado, cruzado, recto, con estampados, de cuero, de lino, con colores vibrantes o tonos neutros, y dejó de ser una prenda exclusiva para ambientes formales, a integrarse a looks urbanos, minimalistas y vanguardistas.

¿Cómo el blazer se convirtió en un ícono de la moda?

Es una prenda que vive en constante reinvención, debido a la alta demanda que tiene en todo el mundo.

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