La relación entre el estrés y el estado de tu piel es paralela, es el reflejo visible de cómo está tu salud física e incluso mental.
El día a día trae consigo momentos de mucho estrés e incluso adrenalina. El buscar siempre cumplir todos los compromisos, no solo en el trabajo o estudios, sino también en tu casa, con tu familia, hace que experimentemos altos niveles de estrés que puede afectar la salud de tu piel.
Son varias las afectaciones que puede sufrir tu piel a causa del estrés, entre inflamación, alteración cutánea e incluso envejecimiento prematuro.
Recuerda que experimentar estrés activa una carga hormonal que repercute en tu salud física y mental. El cortisol o también conocida «hormona del estrés» puede afectar tu salud de la siguiente manera:
1. Aumento de producción de grasa o sebo cutáneo: Esto puede llegar a repercutir en acné, incluso en personas que nunca lo han padecido.
2. Se altera tu barrera cutánea: Al tener altos niveles de estrés, tu piel puede no puede absorber y retener la suficiente agua para mantenerse hidratada, por ello es común padecer de sequedad o sensibilidad o puede terminar en dermatitis atópica.
3. Inflamación: Y sí, tu piel puede resultar con una inflamación, aparentemente sin causa alguna. Pero cuándo esto suceda, cuestiónate qué tan alto ha estado tu estrés los últimos días, quizá ahí encuentres la respuesta a dicha inflamación.
4. Envejecimiento prematuro: Uno de los grandes terrores de toda mujer es ver su piel opaca, envejecida, sin luz, aún a temprana edad. Experimentar por tiempos prolongados altos niveles de estrés producen radicales libres que afectan tu piel, ocasionando las arrugas, flacidez e incluso manchas.
5. Alopecia: A pesar que en este artículo estamos hablando de tu piel, la caída de cabello también puede representar una respuesta a esos niveles de estrés que estás teniendo. Esa alopecia puede ser temporal, pero también puede resultar definitiva, así que cuídate para evitar perder uno de los tesoros que más cuidamos las mujeres: el cabello.
Así mismo, al experimentar altos niveles de estrés puedes tener pequeños periodos de ansiedad que terminan empeorando tu piel, al querer estar tocándote los brotes de acné, rascándote la cara o cabeza e incluso comiendo productos chatarra que afecta tu salud cutánea.
1. Cuida tu piel con una rutina de limpieza e hidratación adecuada. Recuerda que la piel es el órgano más extenso que tiene el ser humano, por lo tanto merece mayor atención. El uso de hidratantes, bloqueador solar y/o productos calmantes para tratar el acné o la sensibilidad, como lo son el aloe vera o la manzanilla, te pueden ayudar a mejorar el aspecto de tu piel.
2. Aprende a controlar tu estrés. En la actualidad es mejor que aprendas a practicar ejercicios que te ayuden a regular el cortisol, que proponerte no estresarte tanto. Practica meditación, deportes o incluso actividades culturales que te permitan desconectarte de tus obligaciones y realizar eso que tanto te gusta, para que tu hormona del estrés tenga un punto de equilibrio.
3. Aprende a dormir y alimentarte bien. Recuerda que dormir es una clave principal para la salud de nuestra mente y cuerpo. El ser humano necesita descansar, tener un sueño de calidad y «recargar energías». Así mismo, la alimentación es otro punto importante para mejorar tu calidad de vida. Una dieta equilibrada te proporcionará mayor resistencia a esos altos niveles de estrés.
Finalmente y la recomendación que no puede faltar es siempre consultar con un especialista, en esta oportunidad, con un dermatólogo, que trate de manera profesional las afectaciones que pueda sufrir tu piel a causa de los altos niveles de estrés.
