Tener un cabello fuerte, sano, brillante y manejable, es el sueño de toda mujer. Para ello, es importante reconocer qué tipo de cabello tenemos.
Al igual que la piel, existen varios tipos de cabellos, graso, seco, rizado, con ondas, liso, entre otros. Usar tratamientos inadecuados provocará resequedad, exceso de grasa, frizz o incluso caída.
Es importante que reconozca qué tipo de cabello tienes, para saber la frecuencia con la debes lavarlo y los productos adecuados que debes aplicarle. Cada persona y cada cabello tienen necesidades diferentes.
Al entender la naturaleza de tu cabello, sabrás qué tipo de shampoo usar, cuál es el acondicionador, mascarilla y tratamiento que su pelo necesita.
El cuero cabelludo y la textura definen tu tipo de cabello.
De acuerdo a la cantidad de grasa que produzca tu cuero cabelludo, podrás saber si tienes cabello graso, seco, mixto o normal.
Si a las pocas horas de haber lavado tu cabello, este es pesado o pegajoso, sobre todo en la raíz, tienes un cabello graso. Si por el contrario tu melena es opaca, áspera al tacto y presenta caspa seca, es porque tu cuero cabelludo produce poco sebo, eso quiere decir que tiene cabello seco.
Si la raíz de tu cabello es grasa, pero las puntas se secan con facilidad, es porque tienen cabello mixto. Pero si por el contrario, logras tener un equilibrio en tu cabello, aún después de varios días de lavado, es porque tienes un cabello normal.
Ahora bien, la textura de tu cabello también define las necesidades del mismo. Las personas que su cabello no se encrespa con facilidad y carecen de volumen, son aquellas que cuentan con un cabello liso. Si por el contrario, al tener tu cabello suelto, este forma una S, es porque tienes un cabello ondulado. Algunas personas tienen las ondas más marcadas que otras.
Las personas de cabello rizado son aquellas que su cabello es notablemente rizado y voluminoso. Y finalmente están aquellas personas que tienen cabello tipo afro, característicos por tener una textura densa. Este cabello es más propenso a la resequedad.
Teniendo en cuenta la clasificación de tu cabello, debes aprender a elegir los productos a aplicar en cada lavada y en cada tratamiento. No es recomendable que toda la familia use los mismos productos, pues normalmente, en cada persona hay variación, bien sea por el tipo de cuero cabelludo o su forma.
Además, que es importante también que tengas presente si tu cabello es tinturado, ha sido decolorado o te has sometido a un tratamiento para lograr un liso permanente.
El principal error que cometemos es usar el mismo shampoo por años. El cabello cambia de acuerdo a factores como la edad, el clima e incluso tu estado de salud.
Así mismo, otro de los errores más comunes es cepillar con mucha fuerza tu cabello cuando este está mojado. Esta acción termina por romperlo.
Por otro lado, ¿Sabías que el shampoo no se debe aplicar en las puntas? El shampoo es solo necesario para el cuero cabelludo. El resto de cabello se limpia a medida que el agua cae, cuando lo estas enjuagando.
Finalmente, el error más común es el uso excesivo de calor, bien sea en planchas o secadores. Esto terminará dañando la fibra capilar.
Debes entender que tu cabello es único, con características diferentes y la primera manera de lograr una melena de ensueño, es conociendo qué tipo de cabello tienes y cuáles son los productos adecuados para ti.