Nuestra ropa necesita un cuidado especial para garantizar que cada prenda esté como nueva cada vez que la usamos.
Es importante tener presente que la ropa que usamos es parte esencial de nuestro día a día, no solo porque nos protege del sol, la lluvia o el frío, sino también porque son la expresión directa de nuestra personalidad o de cómo nos sentimos.
Sin embargo, en muchas oportunidades no le damos el cuidado que cada prenda necesita, provocando un desgaste prematuro y el reemplazo de la misma a corto plazo.
A continuación te brindamos tips para el cuidado de cada prenda de vestir, desde el momento que la compramos, asegurando así su durabilidad en excelente estado.
Es importante que al momento de comprar tus prendas, leas muy bien sus etiquetas para que conozcas el material con el que fue producida, los cuidados especiales que necesita al momento de su lavado, así como de la manera en que debe ser secada e incluso planchada.
Ten presente que muchas prendas requieren un lavado a mano, mientras que otras sí son aptas para ser lavadas en lavadora. Seguir estas instrucciones te ayudará a prevenir el daño en las prendas de vestir.
Lavar la ropa no solo implica el agua y el jabón, debes tener en cuenta que es importante clasificar cada prenda, usar el ciclo adecuado en tu lavadora e incluso el jabón especial para su limpieza.
Aprende a clasificar tu ropa, lava por separado la ropa blanca, de la ropa de color y la ropa oscura. Esto evitará que las prendas se manche con colores de otras.
Evitar lavar tu ropa con agua caliente o tibia, siempre que sea posible, lava con agua fría, esto garantizará que tu prenda no se encoja y no pierda los colores.
Es importante que elijas el ciclo adecuado para el lavado de cada prenda, ciclos suaves para prendas delicadas y ciclos más intensos para prendas que son más resistentes.
Además, ten presente que es importante que no sobrecargues tu lavadora en cada lavado, pues esto permitirá que el ciclo de limpieza se haga con mayor efectividad.
A pesar que la secadora es muy útil, sobre todo en climas fríos, es importante que desistas de su uso cada vez que puedas, pues la secadora puede romper algunas fibras de tus prendas e incluso alterar su color. Cada vez que puedas, elige secar tu ropa al aire libre, así garantizarás su prolongación.
Si por el contrario debes hacer uso de la secadora, evita las altas temperaturas y trata de sacar tu ropa antes que termine el ciclo, así se encuentre aún un poco húmeda, esto te ayudará a evitar que la prenda se encoja.
Si tu prenda necesita ser planchada, evita usar altas temperaturas, usa un paño entre la plancha y la prenda y ten especial cuidado con aquella ropa que tienen tejidos muy delicados.
Aunque no lo creas, la manera como almacenas tu ropa también juega un papel muy importante en el cuidado de cada prenda.
Cuelga la ropa que sea necesaria hacerlo, como blusas o vestidos, para evitar que se arrugue. Pero ten presente que prendas como los suéteres es importante que la dobles para evitar que se estire.
Las perchas adecuadas también juegan un papel muy importante. Usa de madera y acolchadas para prendas delicadas y así evitarás que estas se maltraten.
Además, recuerda guarda tu ropa en un lugar seco y fresco, así evitarás que la humedad dañe tus prendas con la aparición de moho o incluso decoloración.
Finalmente considera guardar en fundas de tela aquella ropa que necesita un especial cuidado y que no es de uso frecuente.
