

Si al probar todo tipo de tratamiento para la piel y esta no presenta mejoría, posiblemente el problema que estés presentando no sea cutáneo, sino de tu intestino. Así como lo lees. La conexión entre el intestino y la piel existe, pero suele explicarse de forma superficial.
No basta con solo comer sano, la clave está en entender cómo lo que pasa en tu sistema digestivo se refleja directamente en tu rostro.
Sí. Para comprenderlo mejor debes recordar que en el intestino se alberga billones de microorganismos que forman parte de la microbiota intestinal.
Este ecosistema de bacterias regula procesos claves en tu día a día como la digestión, el sistema inmunológicos e incluso la producción de ciertas hormonas. Por su parte, la piel es uno de los órganos donde más rápido son visibles los desequilibrios internos.
Por esta razón, la relación que hay entre tu piel y tu intestino es muy estrecha. Cuando el intestino está alterado, se produce un aumento de inflamación sistémica. Esa inflamación no es solo interna y suele mostrarse en forma de acné persistente, dermatitis, piel apagada o brotes sin causa aparente.
En muchos artículos se reduce la relación entre el intestino y la piel es una lista de alimentos buenos y manos. Pero la realidad va más allá. ¿Por qué? Porque todos los organismos son diferentes. Dos personas pueden comer los mismos alimentos y tener respuestas cutáneas diferentes. No todos los intestinos funcionan igual.
Además, factores como el estrés, el descanso, el uso frecuente de antibióticos, dietas muy restrictivas o comer siempre con prisa, afectan tu intestino, incluso cuando comes sanamente.

Es sencillo de comenzar a identificar esas señales que te advierten que algo en tu cuerpo no está bien:
No se trata que tengas un problema grave, pero sí que tu cuerpo te está hablando a través de la piel, como mensajera, indicándote que algo no está funcionando bien.
La relación entre tu intestino y tu piel se mejora con el cambio de varios hábitos diarios. No se trata de seguir modas o de eliminar alimentos, sino de mejorar la conexión entre ambos órganos.
El cuidado de la piel va más allá de una rutina de skincare estricta. La piel es una pantalla que refleja lo que pasa dentro. Entender la relación intestino-piel es escuchar señales de tu cuerpo, frente a lo que está pasando dentro de él.