Cada vez toma más fuerza el cuidado de nuestra piel con productos naturales. En esta oportunidad te damos consejos para que cuides tu piel con aloe vera, aceite de coco y miel.
Y es que en la actualidad, el cuidado de la piel con productos naturales ha ganado gran popularidad, teniendo en cuenta que estos no contienen químicos que produzcan consecuencias secundarias. Tres de los productos naturales que más beneficio le otorga a nuestra piel son el aloe vera, el aceite de coco y la miel. Sin embargo, sus buenos resultados se dan con una correcta aplicación.
A continuación, aprende a conocer los beneficios de cada uno:
La hidratación y la reparación son las principales propiedades que ofrece el aloe vera, extraído de la sábila. Cada hoja de esta planta contiene vitaminas como la A, C, E y B12, así como minerales y antioxidantes que brindan una hidratación profunda a tu piel. Lo más importante es que el gel de la planta de sábila no deja sensación grasosa en tu piel.
El aloe vera también es muy reconocido por las propiedades calmantes, sobre todo en quemaduras producidas por la exposición al sol, al tiempo que permite una estimulación celular para sanar estas cicatrices.
Para lograr obtener las propiedades de la sábila puedes extraer el gel de una hoja de esta planta y aplicarlo directamente en tu piel, la cual debe estar previamente limpia. Déjala actuar por 2 minutos y retira con agua tibia.
También puedes mezclar este gel con agua destilada y, con un atomizador, aplicarlo en tu rostro y cuerpo. Esta mezcla te la puedes aplicar durante el día para hidratar tu piel.
Si presentas quemaduras, aplica una capa gruesa de gel sobre la herida previamente limpia y desinfectada, esto te permitirá reducir la inflamación.
Las propiedades antimicrobianas del aceite de coco son perfectas para combatir las bacterias u hongos en tu piel. Además, el aceite de coco previene el envejecimiento prematuro gracias a que es un producto natural rico en ácidos grasos y vitamina E.
Este producto es ideas para pieles secas, permitiéndoles una hidratación profunda. También es ideal para pieles con acné, pues sus propiedades antimicrobianas contribuyen a eliminar esos molestos granos. Además, gracias a su alto contenido de ácido láurico, permite prevenir de manera natural el envejecimiento y las líneas de expresión.
Úsalo como un hidratante nocturno una vez tengas tu piel libre de maquillaje. La recomendación es aplicar una pequeña capa para evitar obstruir los poros. También sirve como un desmaquillador natural, permitiéndote eliminar incluso el maquillaje resistente al agua. Una vez terminado, elimina los excesos con un paño húmedo.
Y si quieres aplicarlo en tu cuerpo, puedes hacer una mezcla con café molido, esto te permitirá exfoliar tu piel, al tiempo que la hidratas.
La miel es un humectante natural, con propiedades antibacterianas que permite combatir el acné y prevenir futuras infecciones en tu piel.
Usar la miel como mascarilla natural es muy sencillo. Con tu rostro completamente limpio, aplica una capa y déjala actuar por 15 o 20 minutos, retira los residuos con agua tibia, así lograrás una piel hidratada y luminosa.
Si tienes acné, mezcla una cucharada de miel con unas gotas de jugo de limón y aplícala sobre la zona afectada previamente limpia, déjala actuar por 10 minutos y retira con abundante agua.
Y si quieres exfoliar tu piel, mezcla miel con avena molida y aplica con movimientos circulares por todo tu cuerpo durante tu rutina de baño.
¡Anímate a cuidar tu piel de manera natural y obtener resultados fascinantes!