El mundo católico está a la expectativa de quién será en próximo jerarca en el Vaticano. El cónclave iniciará el próximo 7 de mayo.
Son al menos 135 cardenales los que se esperan que hagan parte de esta congregación. En su mayoría, los cardenales elegibles tiene en promedio entre los 60 y 80 años.
Y es que esta es una de las elecciones más importantes en el mundo religioso, por la influencia que tiene el catolicismo en gran parte del mundo. Recordemos que, son más de 1.400 millones de feligreses los que tiene la iglesia católica alrededor de todo el mundo.
Ser el máximo representante de esta iglesia representa desafíos muy grandes, pues es dirigir la iglesia a nivel mundial, pero además, debe trasmitir esa credibilidad que ha representado a esta religión por más de 2.000 años.
Como dato curioso se conoce que, para este cónclave, existe un número de cardenales papables, es decir, que pueden llegar a ser el próximo Papa. La gran mayoría de ellos fueron seleccionados por el mismo Francisco. Sin embargo, dos de los papables, fueron elegidos por Benedicto XVI.
En primer lugar está el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede. Oriundo de Italia, con 70 años, es uno de los papables considerados con mayor experiencia en el Vaticano, pues desde el 2013 ha ocupado el segundo puesto más importante en la Santa Sede. Parolin asistió la firma del acuerdo de paz en Colombia para el año 2016 y apoyo la agenda de Francisco. Sin embargo, es considerado como uno de los papables más conservadora en la lista de elegibles.
En segundo lugar está el Cardenal Matteo Zuppi, Arzobispo de Bolonia, un italiano de 69 años con grandes capacidades diplomáticas que, en su momento, fueron reconocidas por el Papa Francisco, al ser elegido para liderar una comisión de paz para Ucrania en el año 2023.
En tercer lugar está el Cardenal Luis Antonio Tagle, Líder de la oficina vaticana para la evangelización. Oriundo de Filipinas, con 67 años, es reconocido por su humildad y carisma. En muchas oportunidades incluso llegó a ser reconocido como el «Francisco asiático».
En cuarto lugar está el Cardenal Pablo Virgilio Siongco David, Obispo de Kalookan, también es natural de Filipinas. Con 66 años de vida es reconocido por ser uno de los cardenales más defensor de la justicia. Este cardenal ha recibido amenazas de muerte por parte de grupos criminales en su tierra natal, tras predicar en contra de la muerte ocasionada por el consumo de drogas.
En quinto lugar está el Cardenal Gérald Cyprien Lacroix, Arzobispo de Quebec. Con 67 años y oriundo de Cánada, es reconocido por su sensibilidad y liderazgo dentro de la iglesia católica. Fue parte activa del Consejo de Cardenales, mismo que servía de asesoría al papa Francisco.
En sexto lugar encontramos al Cardenal Fridolin Ambongo Besungu, Arzobispo de Kinshasa. Natural del Congo, con 65 años, este cardenal es un referente muy conocido en la creciente iglesia de África. Es reconocido por ser un firme defensor de la democracia y de los Derechos Humanos.
En séptimo lugar se encuentra el Cardenal Joseph Tobin, Arzobispo de Newark. Con 72 años y natural de Estados Unidos, ha trabajado en Roma como alto funcionario del Vaticano y como líder de su Orden Redentorista.
En la octava posición de papables está el Cardenal Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio Vaticano para los Obispos. También es oriundo de los Estados Unidos. Con 69 años, fue elegido por el Papa Francisco para dirigir la oficina episcopal del Vaticano.
En la novena posición está el Cardenal Tarcisius Isao Kikuchi, Arzobispo de Tokio. Con 66 años, este japonés fue elegido para dirigir la rama caritativa de la iglesia el año en 2023. Se considera que puede ser uno de los papables que más le podría dar continuidad a las directrices y lineamientos que caracterizó a Francisco.
Finalmente se encuentra el Cardenal Michael Czerny, Líder de la oficina de justicia social del Vaticano. Con 78 años y oriundo de Cánada, es hijo de inmigrantes que salieron de Checoslovaquia y llegaron a Cánada en el año 1948. Por tal razón, fue elegido por Francisco como representante en materia de migración y posteriormente fue elegido como líder del departamento del Vaticano para la promoción del desarrollo humano.