

A días de haberse coronado como la nueva Miss Universo, Fátima Bosch sigue dando de qué hablar. Y es que el las últimas horas, la mexicana compartió un comunicado donde expresa lo lamentable que ha sido el ataque que ha recibido desde que su nombre se escuchó en Indonesia.
Muchas personas hablan de fraude, otras de una posible compra de corona, de nexos con los carteles de México, hasta insultos y deseos de muerte.
Tras lo anterior, Fátima decidió alzar su voz, “no como una reina de belleza, sino como una mujer que ha vivido en carne propia la violencia que nace del odio, de la desinformación y de la incapacidad de algunos de ver a una mujer brillar sin sentirse amenazados”.
Fátima contó todos los ataques de los cuales ha sido víctima. «En los últimos días he recibido insultos, ataques e incluso deseos de muerte por una sola razón: porque gané. Porque soy una mujer con sueños, preparación y corazón decidió ponerse de pie y luchar por lo que ama. Y aunque estos ataques duelen, no me definen. Lo que sí me define es mi fortaleza, mi integridad y el amor que tengo por mi país y por las mujeres de todo el mundo que representan».



Hizo alusión a que estos ataques, son también violencia de género. «La violencia hacia las mujeres no siempre aparece en forma de golpes. A veces aparece en palabras, en odio digital, en burlas, en campañas para destruir nuestra dignidad. Pero hoy estoy aquí para decir algo con absoluta claridad: ningún ataque hará que me arrodille, ningún insulto apagará mi propósito porque cuando una mujer alza la voz, alzamos la voz todas. Cuando una mujer resiste, resistimos todas. Cuando una mujer gana, abre camino para millas más».
Agregó además que seguirá alzando su voz, “porque una corona no solo simboliza belleza: simboliza responsabilidad y quien convierte su frustración en violencia, no está opinando: está dañando, está perpetuando un problema mundial que ya no vamos a tolerar». Enfatizó, «no voy a retroceder, no voy a esconderme y no voy a pedir permiso para brillar».
Pero no todo fue rechazo, también hubo palabras de agradecimiento. «Gracias. Su luz me sostiene. Su confianza me impulsa. Su cariño me recuerda que no estoy sola. Hoy, desde este lugar y con este título, reafirmo mi compromiso: seguiré defendiendo a las mujeres, seguiré hablando por ellas, seguiré luchando por un mundo donde ninguna sea atacada por ser quien es, por atreverse a brillar o salirse del molde que la sociedad ha marcado. Porque la violencia jamás podrá contra una mujer que conoce su valor».
Concluyó indicando que «Mi voz no se apaga porque mi luz como la de todas nació para iluminar, no para esconderse. Hay mucho trabajo por hacer, y mi compromiso está y seguirá en usar esa corona para bien».




