El impacto que, durante las últimas décadas, ha tenido las redes sociales, han cambiado varias maneras de actuar de la población mundial. Una de ellas es cómo nos vestimos.
Antes de las redes sociales, los diseñadores eran los encargados de imponer las tendencias de moda, de acuerdo a cada época del año. Su creatividad era la encargada de establecer los parámetros para vestirnos.
Sin embargo, actualmente, redes sociales como Instagram, Tik Tok y Pinteres, se han convertido en espacios de entretenimiento, donde podemos encontrar grandes escaparates de moda.
La era digital cambio la manera en cómo nos vestimos, esa ha sido una de las conclusiones de analistas en moda, quienes determinan que en la actualidad, un video viral, determina la manera cómo nos expresamos con los demás, cómo vemos el mundo exterior e incluso cómo debemos vestirnos.
Basta solo con un par de horas para que un video tome fuerza en redes sociales y de esta manera se presente un cambio en las tendencias de moda, que en su gran mayoría, los usuarios la siguen.
Las tendencias virales tienen una particularidad especial. Crecen de manera muy rápida y se extiende por gran parte del mundo. En cuestión de días o semanas, una gran parte de la población está usando o buscando para comprar ese bolso, esos zapatos o ese estilo que los influencer están promoviendo en sus cuentas.
Estilos como el “clean girl aesthetic”, el “coquette core” o el “blokecore” han surgido casi espontáneamente a partir de videos virales.
Sin embargo, la particularidad de estas tendencias es que son fácilmente desmontadas. Es decir, así como crecen rápidamente, así también rápidamente son reemplazadas por una nueva. ¿Por qué? Por la misma presión de los usuarios de internet de participar y seguir cada tendencia viral para no «quedarse atrás».
Los influencer son los protagonistas de las tendencias virales. Estas personas, tan seguidas en redes sociales, son las responsables de indicar que está «cool» en el momento. De ahí nacieron las colaboraciones con marcas, tendiendo en cuenta el poder que ejercen en su nicho o comunidad.
Es de resaltar que muchos de estos influencer, han usado su poder en redes sociales para promover valores, moda inclusiva, aceptación corporal, diversidad e incluso sostenibilidad.
Gracias a influencia en las comunidades, hoy vemos grandes marcas ofertando ropa de tallas amplias, sin género e incluso tejidos reciclados. Muchas de estas personas se han convertido en activistas, usando la moda como una herramienta de expresión y protesta.
Sin embargo, el punto negativo de estas tendencias virales, es que ya no construimos nuestra propia identidad. La juventud, en muchos casos, dejó de lado el desarrollo de su propia personalidad, por seguir la tendencia que está viral actualmente en redes sociales, dejando de lado la creatividad para establecer su propio estilo.
En pocas palabras, estamos teniendo estilos homogéneos, de acuerdo a lo que se establezca en las redes sociales, olvidándonos de la variedad. Hoy en día es común ver personas, que habitan diferentes países e incluso diferentes continentes, vistiendo de una manera muy similar.
Más allá de seguir una tendencia, la invitación es a construir la propia, a no dejar de lado el desarrollo de nuestro propio estilo, para sentirnos a gusto con nosotros mismos. Usar eso que te identifica, sin pensar en si es tendencia o no.
