

Más allá de una cuestión superficial o estética, la manera como te vistes impacta directamente tu salud mental.
Lo que vestimos, no solamente refleja lo que somos, sino que también influye en cómo nos sentimos, cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.
En pocas palabras, la moda es una herramienta poderosa para nuestro bienestar mental.
Quizá en algún momento de tu vida escuchaste hablar de «enclothed cognition» (cognición del vestuario), que básicamente consiste en describir el impacto que tiene vestir ciertas prendas en nuestras emociones y comportamientos. La Universidad de Columbia, a través de un estudio, demostró que las personas que se visten de manera formal, tienden a pensar de manera más lógica y racional, mientras que aquellos que se visten de manera más informal, suele sentirle relajadas.
Y no es una idea que esté circulando sin fundamento alguno. Diversos estudios han demostrado la relación directa que existe entre nuestra ropa y nuestras emociones. Cuando eliges prendas que te hacen sentir seguro de ti mismo, cómodos y auténticos, tu estado de ánimo mejorará notablemente.
Además, es una herramienta poderosa para elevar la autoconfianza y la autoestima, permitiéndonos siempre tener mente positiva.
Es sencillo, ¿no te ha pasado que, cuando usas ropa que no te hace sentir bien o que no refleja tu personalidad, te sientes incómodo durante todo el día, experimentando inseguridad y hasta estrés?

La manera como te vistes es la herramienta más poderosa para expresar tu personalidad, tu identidad, intereses y hasta valores.
Sentirse a gusto con eso que llevas puesto, te permitirá proyectar tu autenticidad, esto crea una sensación de coherencia interna, reduciendo el estrés y la ansiedad que puede generar la disonancia entre lo que realmente somos y lo que mostramos al mundo.
Ten presente además que la ropa puede ser una manera muy sencilla de liberar tus emociones. Muchas personas encuentran una conexión directa con colores vibrantes y llamativos, que les permite canalizar, incluso, su creatividad. Otras buscan colores más neutros cada vez que quieren sentirse tranquilos y concentrados en alguna tarea.
Esta conexión entre la moda y el bienestar emocional se debe a cómo la ropa actúa como un espejo de nuestro estado interior, permitiéndonos ajustar nuestra energía según lo necesitemos.

La comodidad que sientas al usar una prenda de vestir también influye, en gran medida, en tu salud mental. La ropa que te hace sentir incómodo, podrá generarte una sensación de estrés físico y a su vez emocional.
Un atuendo mal elegido puede dificultar tu concentración y hasta causas dolores físicos, que nos hará pasar un mal día.
Caso contrario pasa cada vez que usas ropa acorde a tus medidas, cómodas. Tu mente se siente relajada, en paz.
Durante los últimos años ha tomado mucha fuerza la moda funcional, como el athleisure o el estilo casual-chic, ganando popularidad por su capacidad para combinar confort y estilo, permitiendo además equilibrar nuestras responsabilidades diarias con el autocuidado.

Que la moda no te incomode y que cada vez que salgas de tu casa (o incluso estés dentro de ella), te sientas a gusto y cómodo con lo que llevas puesto.