

El acné es uno de los problemas más comunes que registra la población mundial, principalmente en su juventud.
A pesar de ser un problema que afecta directamente la piel, crea consecuencias secundarias en quienes la padecen, como disminución en su autoestima, perdida de confianza y dificultad para relacionarse con las demás personas.
A pesar que existen múltiples tratamientos, médicos y estéticos, para mejorar esta afectación cutánea, no todos funcionan en todas las personas y en algunos casos, tienden a empeorar, con la salida de más granitos.
La piel con acné debe ser tratada con un cuidado especial para evitar que esta empeore.

Primero que todo debes comprender que el acné es una alteración, que se da en la piel, cuando los poros son obstruidos con sebo, células muertas y bacterias. Puntos negros, espinillas y hasta quistes más profundos, son las principales manifestaciones que se dan por esta obstrucción.
Adicional a lo anterior, debes tener presente que factores como cambios hormonales, la genética, la manera cómo te alimentas e incluso el estrés, pueden influir en la aparición de los molestos granitos.
No es un tema de mala higiene, como se cree popularmente, es un conjunto de factores internos y externos que concluyen en la aparición del acné. Incluso, algunas personas, en su desespero por eliminar los molestos granitos, usan algunos productos agresivos para la piel, que terminan por irritarla y causar una afectación peor.

El afán por querer acabar con el problema, lleva a muchas personas a cometer errores que al final, terminan por irritar la piel de su cara. Entre los más comunes están:

Recuerda siempre acudir con un dermatólogo, que estudie tu caso, que conozca qué está provocando la aparición de granitos en tu piel y se combata el problema de salud.