Antes de la existencia de la medicina moderna, las plantas medicinales eran las usadas para el bienestar de las personas. Raíces, hojas, flores y semillas, eran la fórmula para aliviar síntomas causados por algunas enfermedades e incluso fortalecer el organismo.
En la actualidad y gracias a la ciencia, no se depende tanto de lo natural. Sin embargo, estas plantas han vuelto a ocupar un lugar importante en la cotidianidad de muchas personas.
A continuación te damos a conocer cuáles son las plantas medicinales más usadas y para qué sirven:
La manzanilla es muy usada como calmante para molestias estomacales, cólicos o momentos de nerviosismo leve. Su infusión es de las más populares en el mundo de la medicina natural.
Los principales beneficios que te ofrece la infusión de matricaria chamomilla son alivio cuando hay problemas de indigestión y gases, promover el sueño y la relajación y reducir la inflamación.
Puedes tomarla antes de dormir o incluso después de cada comida.
La infusión de menta es ideal para estimular la digestión y aliviar el síndrome de intestino irritable. Además de tener propiedades analgésicas suaves.
Tomarte un té de mensa, te permitirá también despejar las vías respiratorias, cuando presentas congestión.
La infusión de esta planta es muy popular. Sin embargo, el uso de aceite esencial también es muy usado, este último de uso tópico.
El Aloe barbadensis, Aloe Vera o Sábila, es considerada una suculenta «planta milagro», gracias a los múltiples beneficios que ofrece. Se usa tanto de forma tópica como interna, esta última se debe hacer con mucha precaución y en cantidades controladas.
El aloe vera es perfecto para sanar quemaduras, heridas e infecciones cutáneas, estimula la regeneración celular y además, tiene efectos laxantes suaves, de ahí su importancia de consumir en cantidades moderadas.
Para el uso tópico, puedes aplicarte el gel directamente en la zona afectada. Para su consumo, puedes licuar un pequeño trozo de este gel, con agua y consumirlo.
Más allá de ser un condimento exótico, el jengibre tiene un lugar muy importante en la medicina tradicional natural, gracias a su capacidad para combatir náuseas, inflamación y resfriados.
El jengibre es considerado milenariamente como un potente antiinflamatorio natural, además de mejorar y fortalecer tu sistema circulatorio.
Para su consumo, puedes rallar un poco de esta raíz fresca y añadirla a infusiones, jugos o sopas. En la actualidad, también se encuentran cápsulas o extractos de jengibre.
Cuando de aromaterapia se trata, la lavanda es por excelencia la mejor elección, gracias a su fragancia relajante y su capacidad para equilibrar el sistema nervioso.
En la medicina natural se sabe que la lavanda reduce la ansiedad y mejora la calidad del sueño, alivia los dolores de cabeza y la tensión muscular y también tiene propiedades antisépticas suaves.
Los aceites esenciales o baños relajantes con lavanda, son ideales para lograr estos resultados.
El eucalipto es la planta usada para tratar afecciones respiratorias, pues permite descongestionar las vías respiratorias, actúa como antiséptico natural y alivia los dolores musculares, en uso tópico.
Los aceites esenciales de eucalipto y los ungüentos son los más usados para lograr estos beneficios.
En conclusión, las plantas medicinales son un recurso esencial que nos ofrece la naturaleza, para tratar afecciones y prevenir muchas de ellas. Incorporarlas a nuestra vida diaria, en tés, aceites esenciales o ungüentos, es una manera sabia para aprovechar cada una de sus propiedad. Tan solo debes documentarte bien, con tus padres o abuelos, sobre sus usos y beneficios o a través de libros.