Christian Carabias, hijo mayor de Ximena Duque, se casó con su novia Valeria Peña. A pesar de la corta edad, ambos decidieron unir sus vidas y celebrar el amor.
“El amor de mi vida. Que ser tan increíble, inteligente y maravilloso tengo a mi lado. Te amo, Cristian Carabias, con todo mi ser y mi alma por el resto de mi vida. Tu esposa”, esas fueron las palabras de Valeria, acompañada de una fotografía publicada en sus redes sociales.
Y fue justamente la colombiana Ximena Duque quien, a través de sus redes sociales, dio a conocer detalles de la celebración organizada en su casa, para festejar el amor de su hijo Cristian y Valeria.
En sus historias, la actriz y empresaria comentó «hoy estamos celebrando algo muy especial», al tiempo que compartió detalles de la fiesta, como decoración, mesa de dulces y hasta cámara especial para tomar las infaltables fotos del recuerdo.
En el evento, que se manejó de manera muy discreta, también se contó con la compañía de Christian Carabias padre, quien también aseguró que “Estamos para celebrar el amor”. Pero fue justamente Valeria, la novia, quien dio a conocer la noticia de su unión a través de sus redes sociales.
Sin duda alguna, la familia celebró con mucha alegría la unión. Momento que, como era de esperarse, produjo mucha nostalgia a Ximena. Justamente la revista People en español recordó un aparte de una entrevista que le hizo hace algún tiempo a la colombiana, donde relató detalles de lo vivido desde el momento en el que se enteró que estaba embarazada de Cristian:
“Siento que mi vida la he vivido muy rápido. A los 18 años quedó embarazada. Una amiga me dijo: ‘Tú eres una leona’. Sacó a mi hijo adelante y fue una decisión bien difícil. No había otra opción, para mí era una vida que jamás iba a permitir no traerlo al mundo. Empiezo a vivir mi vida desde los 18 años embarazada, a los 19 tengo a mi hijo. No me arrepiento. No me imagino mi vida sin él. Mi hijo y yo tenemos una conexión muy grande. Crecimos y maduramos juntos. Somos muy amigos”.
Amistad, complicidad y amor que constantemente Ximena deja en evidencia.
¡Qué vivan los novios! y que viva también el amor entre madre e hijo.
