El thriller político de la miniserie Zero Day de Netflix, está dando de qué hablar, tras su estreno en la plataforma.
«Un expresidente de EE. UU. debe volver de su retiro para encontrar la fuente de un mortal ciberataque, solo para descubrir una vasta red de mentiras y conspiraciones» así describe Netflix la miniserie en su plataforma.
Zero Day cuenta con la participación de Robert De Niro, cuyo personaje tendrá que descubrir qué hay detrás de un devastador ciberataque perpetrado en los Estados Unidos. También participan en la producción, como protagonistas Jesse Plemons, Lizzy Caplan.
«Cuando un ciberataque sabotea la infraestructura eléctrica y de transporte de EE. UU., el expresidente George Mullen debe encontrar al culpable» describe Netflix.
En la serie se cuenta cómo un ciberataque catastrófico de un minuto de duración deja más de tres mil personas muertas en todo el país y se enfrentan a una amenaza de otro ciberataque, al parecer, con consecuencias más graves.
Los cocreadores de esta producción son Eric Newman, reconocido en el mundo del séptimo arte por producciones como «Narco» y «Griselda», y Noah Oppenheim, quien fue presidente de la cadena de televisión NBC News, quienes le contaron a EFE en una entrevista virtual que tuvieron en su mira sus «preocupaciones sobre la relación, como nación, con la verdad», y cómo «la verdad subjetiva en esta era de la posverdad» es uno de los «mayores males de esta sociedad actualmente».
En el mismo espacio, Eric Newman aseguró que «Nos dirigimos a verdades mutuamente excluyentes que tienen que coexistir porque hay un grupo que cree una cosa y otro grupo que cree otra y ninguno va a cambiar de opinión».
La serie cuenta con seis capítulos y llega justo en el momento donde se vive tensión política en los Estados Unidos. Sin embargo, sus creadores aseguran que la historia se comenzó a crear años atrás, cuando aún no se tenía pronóstico de lo que se vive en la actualidad.
De esta manera, Netflix y Zero Day deja una vez más en evidencia la vulneración que tiene la sociedad actual por su dependencia a la vida tecnológica.
